Cuando trabajas en mejorar el SEO de tu web, hay detalles que pueden parecer menores, pero que marcan una gran diferencia. Uno de ellos es el slug. Aunque no siempre se le presta la atención que merece, este pequeño fragmento dentro de una URL tiene un peso importante tanto para los buscadores como para los usuarios.
Optimizar el slug no solo mejora tu posicionamiento en Google, sino que también puede aumentar la tasa de clics desde los resultados de búsqueda. A lo largo de este artículo, verás qué es exactamente un slug, por qué importa en SEO y cómo puedes configurarlo correctamente en tu sitio.
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El slug es la parte final de una URL que identifica una página específica dentro de un sitio web. Por ejemplo, si la dirección de una página es tusitio.com/blog/slug-seo, la palabra slug-seo es el slug.
Se genera a partir del título de la página, pero puedes y deberías editarlo para que sea más claro, corto y relevante para SEO. En plataformas como WordPress, Wix o Shopify, normalmente puedes modificarlo desde el editor de la entrada o desde los ajustes de SEO.
El término “slug” viene del periodismo anglosajón, donde se usaba como una forma rápida de referirse a un artículo o tema. En el contexto web, cumple una función muy similar: nombrar y dar sentido a una página concreta.
Es fácil confundir estos términos si estás empezando con el SEO, pero cada uno tiene su propio significado:
Entender esta diferencia es clave para no tocar elementos que no deberías al modificar una dirección. El slug es la parte que puedes personalizar con libertad para mejorar tu SEO on page.
Puede parecer un detalle técnico sin mucha relevancia, pero el slug es un componente fundamental del SEO. Google presta atención a las URLs para entender de qué trata una página, y un slug bien escrito ayuda a que el buscador la indexe correctamente.
Además, un buen slug SEO mejora la experiencia del usuario. Una dirección clara y corta transmite confianza, especialmente en dispositivos móviles donde se ve muy poco texto. Imagina que encuentras dos resultados en Google: uno con /productos/987654 y otro con /productos/zapatos-de-cuero. ¿Cuál te inspira más confianza?
El slug también influye en el CTR (Click Through Rate). Un slug que contiene las palabras clave relevantes puede aparecer en negrita en los resultados de búsqueda, lo que aumenta la visibilidad y la probabilidad de que hagan clic.
Para sacarle el máximo partido a tus slugs, es importante seguir algunas pautas sencillas pero eficaces. Aquí van las más relevantes:
El slug debe contener la keyword principal de la página. No fuerces su uso, pero asegúrate de que represente con claridad el tema que estás tratando.
No es necesario repetir todo el título. Lo ideal es que el slug tenga entre 3 y 6 palabras y que sea fácilmente comprensible.
Los espacios en una URL se sustituyen por %20, lo cual es poco estético y difícil de leer. En cambio, los guiones (-) ayudan a delimitar claramente cada término.
Artículos, preposiciones y conjunciones como “de”, “el”, “y” no aportan valor al SEO. Si puedes, elimínalos.
Todo en minúsculas y sin acentos. Los caracteres extraños pueden romper la URL o crear confusión en los motores de búsqueda.
Una vez que publiques la URL, evita cambiar el slug a menos que sea estrictamente necesario. Si lo haces, aplica una redirección 301 para no perder posicionamiento ni generar errores.
Uno de los puntos clave para optimizar el slug SEO es saber cómo modificarlo correctamente en tu gestor de contenidos (CMS). La mayoría de plataformas permiten cambiarlo fácilmente, aunque cada una tiene su propia forma de hacerlo. Aquí te explico cómo hacerlo en los CMS más populares.
Es uno de los sistemas más flexibles en cuanto a personalización de URLs. Al crear una entrada o página, verás justo debajo del título un campo editable con la dirección. Puedes modificar el slug directamente ahí, o hacerlo después desde los ajustes rápidos o el bloque de opciones SEO si usas plugins como Yoast o Rank Math.
Si estás trabajando con contenido ya publicado, asegúrate de actualizar también la redirección, sobre todo si has cambiado significativamente el slug.
En Shopify, puedes editar el slug desde la sección de SEO que aparece al final de cada página de producto, colección o entrada de blog. Solo tienes que cambiar el “handle” o identificador de la URL. Es importante que mantengas una estructura coherente y que el nuevo slug siga representando bien el contenido de esa página.
Wix también permite personalizar el slug de cada página desde su editor. En el panel de configuración de SEO, puedes cambiar la URL de forma manual. No obstante, ten cuidado con los slugs SEO generados automáticamente por Wix: suelen ser largos o incluir números poco relevantes. Siempre que puedas, edítalos para que sean claros y contengan tus palabras clave.
Recuerda que, independientemente del CMS que uses, el objetivo siempre es el mismo: hacer que el slug sea fácil de leer, relevante para el contenido y útil para los motores de búsqueda. Y por supuesto, si cambias un slug ya indexado, crea una redirección 301 para no perder autoridad ni tráfico.
Modificar un slug que ya está en uso es una decisión que no debe tomarse a la ligera. Aunque puede ser beneficioso para el SEO si el slug original era poco claro o nada optimizado, también puede acarrear problemas si no se gestiona bien el cambio.
Cambia el slug desde el CMS siguiendo el método correspondiente a tu plataforma.
Aunque optimizar un slug SEO es un proceso relativamente sencillo, es fácil cometer errores que pueden afectar negativamente al SEO de tu web. Aquí tienes los fallos más habituales y cómo puedes evitarlos.
Un slug extenso no solo es difícil de leer, sino que puede cortarse en los resultados de búsqueda o parecer poco profesional. Evita títulos completos o frases innecesarias. Quédate con lo esencial.
Términos como “el”, “de”, “y”, “para” no aportan valor SEO. Elimina conectores, preposiciones y artículos que no ayudan a posicionar la página.
Un slug genérico como /pagina-1 o /articulo-nuevo es una oportunidad perdida. Incluye tu keyword principal o una variante de forma natural.
Evita tildes, signos de interrogación, símbolos, e incluso mayúsculas. Todo esto puede romper la URL o crear problemas de accesibilidad. Opta siempre por minúsculas y guiones (-) para separar palabras.
Uno de los errores más graves: si cambias un slug sin establecer una redirección 301, estarás creando un error 404. Esto puede hacer que pierdas posiciones en Google y enlaces entrantes.
Si usas distintas estructuras en diferentes páginas, puedes generar confusión tanto para Google como para el usuario. Define un patrón claro y mantenlo en todo tu sitio: por ejemplo, /blog/nombre-del-articulo o simplemente /nombre-del-articulo.
Para que lo veas más claro, aquí tienes algunos ejemplos prácticos de slugs optimizados y mal optimizados, con una breve explicación:
/post12345 → No aporta ninguna información.
/los-mejores-consejos-para-hacer-una-buena-estrategia-de-posicionamiento-en-google → Demasiado largo.
/Qué-es-un-Slug → Tiene mayúsculas y caracteres especiales (tilde).
/blog?entry=56 → Uso de parámetros en lugar de palabras clave.
/slug-seo → Directo, claro y con la keyword principal.
/como-optimizar-un-slug → Incluye una long tail útil y comprensible.
/mejores-slugs-para-seo → Atractivo para usuarios y motores de búsqueda.
/editar-slug-wordpress → Relevante y específico para búsquedas frecuentes.
La clave es encontrar el equilibrio entre claridad, brevedad y relevancia SEO. Un slug bien escrito actúa como un pequeño resumen de tu página, tanto para Google como para las personas que la ven en los resultados de búsqueda.
Es la parte final de una URL que identifica una página específica. Por ejemplo, en tusitio.com/blog/slug-seo, el slug es “slug-seo”. Optimizarlo ayuda a mejorar el posicionamiento y la experiencia de usuario.
Lo ideal es entre 3 y 6 palabras. Debe ser breve, descriptivo y contener la palabra clave principal o una variante.
Sí, pero solo si es necesario. Si lo haces, recuerda aplicar una redirección 301 del antiguo al nuevo para no perder tráfico ni autoridad SEO.
Verifica que sea corto, esté en minúsculas, contenga keywords, use guiones y no tenga artículos o palabras irrelevantes. Herramientas como Yoast o Rank Math pueden ayudarte a revisarlo.
Sí. Aunque no es el factor más importante, influye en la comprensión del contenido por parte de Google y en el CTR desde los resultados de búsqueda.
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