La publicidad de pago es fundamental dentro del marketing digital. El crecimiento de una marca se debe, en una parte considerable, al conocimiento que pueda tener el público objetivo sobre ella, es por ello que es fundamental conocer aspectos tales como la gestión de redes sociales, el SEO, el SEM… En esta ocasión nos centraremos en el CPM, una de las medidas más populares dentro del SEM (Search Engine Marketing).
Internet tiene muchísimas maneras de dar a conocer tu contenido, y el CPM (coste por mil) es una de las medidas más más usadas en las estrategias para para ganar visibilidad. Seguramente hayas escuchado ya hablar sobre este término, pero si no es así en este artículo lo abordaremos de forma detallada. ¡Te invitamos a quedarte!
Lo primero que debes tener claro sobre este acrónimo es qué significa ‘coste por mil‘. En este modelo la marca paga cada vez que se vea su anuncio mil veces.
Es decir, cuando una página haya alcanzado las mil impresiones en una campaña de publicidad determinada, recibirá el pago acordado. A diferencia de otros formatos, en el CPM solo basta con que el usuario mire el anuncio, sin necesidad de que haga clic o vaya hasta la página web.
Por supuesto, éste formato sólo está recomendada cuando el objetivo principal de la campaña es crear notoriedad dentro de la red. En este sentido, generalmente se usa cuando es más urgente que los usuarios conozcan la marca y no es tan importante que haya tráfico inmediato al sitio web.
Para ser más exactos, el CPM es sumamente importante en la etapa inicial de la marca, donde tiene que crear notoriedad e instalarse en el imaginario de sus potenciales clientes. Es decir, es importante cuando se busca que el público objetivo reconozca la marca para ir creando confianza y familiaridad.
Como ocurre con todo en el marketing digital, la fórmula del CPM es elemental para garantizar su éxito. Ninguna publicidad puede ser al azar, y en el caso del coste por mil te mostraremos algunos aspectos que deben ser detallados antes de lanzar la campaña.
Ahora hablando sobre cómo calcular el CPM, te gustará saber que es una de las fórmulas más sencillas del marketing digital. Se trata de la división del coste por mil entre, valga la redundancia, entre 1.000.
El monto final del pago dependerá del costo de la campaña, pero supongamos que es una de 25 euros. Cada impresión que tenga tu marca por parte del público te costará 0,025 euros, y el monto final que cancelaras a la página se calculará por cada 1.000 veces que vean tu anuncio.
La diferencia más importante del coste por mil y el coste por clic es el objetivo de cada una de las campañas. En el primer caso, la marca busca ser reconocida por los usuarios, mientra que en el segundo se buscan las conversiones que resultarán en ganancias para la página publicitada.
Otras de las cosas que separan al CPM del CPC es el pago. Como te explicamos anteriormente, la dinámica de pago del coste por mil depende de las visualizaciones, pero en el coste por clic no importa si el lector ve la campaña muchas veces, solo se pagará cuando cliqueé sobre ella.
Como verás, la importancia de la campaña CPM dentro del marketing digital puede definir el éxito y el crecimiento de tu marca. Si necesitas asesoramiento sobre eso, te recomendamos contratar nuestros servicios que, estamos seguros, ¡te ayudarán a crecer!
La definición de las siglas CPM es ‘coste por mil impresiones‘. Hace referencia al precio que se establece cuando un determinado anuncio tiene mil visualizaciones.
El método del CPM sirve para fijar un precio determinado por 1000 veces que se muestra un anuncio. Este sistema matemático es de los más extendidos dentro del marketing online.
El sistema de CPM (Coste por Mil Impresiones), es decir el anunciante paga cada 1000 visualizaciones. Un ejemplo sería un CPM de 15€ que sería la cantidad a abonar a la plataforma por el anunciante.
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